La conocida frase de "menos es más" nunca se entenderá mejor que con la discreta pero original decoración con vinilos adhesivos de esta espectacular BMW K75 con más de treinta años de antigüedad. Los colores beige se complementan a la perfección con el blanco roto del depósito. Una amplia franja cruza el depósito y dos tipografía de Cafe Racer realzan los laterales del depósito. Incluso los emblemas de BMW se han sustituido por unos con la misma tonalidad que el resto de las gráficas. En la parte trasera figuran dos dorsales siguiendo con el estilo tipográfico de las Cafe Racer más puras y auténticas. Una vez colocados los vinilos decorativos se ha lacado con un barniz que conigue realzar aún más todo el conjunto aparte de darle una mayor durabilidad.

Habilidad e imaginación son los requisitos básicos para configurar una auténtica moto Cafe Racer. Su estilo, procedente de la década de los años cincuenta en Reino Unido, basa su esencia en modificar estriberas, chasis, colines, tubos de escape y sobretodo, aligerar y quitar todo lo que no es estrictamente necesario. La comodidad pasa a un segundo plano y se pone todo el énfasis en ganar agilidad y velocidad. Tampoco busquemos una única razón o motivo: Una Cafe Racer busca monturas bajas, ágiles placeres personales, un poco de tontería y disfrutar de una motocicleta única e irrepetible. Se comenta que en sus orígenes se buscaban motos muy rápidas para ir a en el menor espacio de tiempo de café en café. Si buscáramos una equivalencia norteamericana nos serviría como ejemplo una Chopper o incluso una Bober. 

Sea verdad o leyenda urbana sobre sus orígenes, una Cafe Racer es a día de hoy todo un placer visual, auténticas obras de arte artesanales, máquinas modificadas con muy buen gusto y que nos hacen girar la cabeza al verlas pasar. 

La BMW K75 es una moto fabricada por la empresa alemana BMW en producción desde el año 1985 hasta el 1995. La de las imágenes que acompaña este post dispone de un motor de 740 centímetros cúbicos e inyección directa. Puede afirmarse con total seguridad que el motor de una K75 es de los más fiables nunca antes fabricados.