En ciudades como Valencia o Zaragoza, los escaparates son una extensión del estilo y la cultura local. Por ejemplo, en Valencia, con su combinación única de arquitectura histórica y contemporánea, los vinilos decorativos que representan los colores vibrantes de la ciudad, como el naranja y el amarillo, son ideales. Además, debido a su proximidad al mar, los vinilos que incorporan motivos marítimos o inspirados en el océano son muy atractivos en escaparates de tiendas ubicadas cerca del puerto o en áreas como el barrio del Carmen, conocido por su ambiente bohemio. En Zaragoza, por otro lado, los vinilos decorativos que se adaptan a su estética más sobria y monumental son los más efectivos. Los tonos más terrosos y los diseños que hacen referencia a la historia local, como los que se inspiran en la Basílica del Pilar o en el río Ebro, pueden aportar un toque auténtico y personalizado a los escaparates. Los vinilos en colores neutros como el gris, beige y blanco, combinados con un diseño gráfico minimalista, son muy adecuados para atraer a un público que valora la elegancia discreta de la ciudad. Ambos destinos tienen un clima cálido, por lo que se recomienda el uso de vinilos resistentes al sol, sobre todo en escaparates expuestos a la intemperie. Los vinilos con protección UV son esenciales para evitar que los colores se desvanecen rápidamente debido a la exposición prolongada al sol. Además, en zonas comerciales como el centro histórico de Valencia o la Avenida de la Constitución en Zaragoza, es importante optar por vinilos de alta calidad que no pierdan adherencia ni se despeguen fácilmente, incluso durante las olas de calor. Para ambos casos, los vinilos decorativos temporales son una excelente opción en eventos especiales como las Fallas en Valencia o las fiestas del Pilar en Zaragoza. Durante estas festividades, las tiendas pueden utilizar vinilos para crear diseños alusivos a la temática del evento, como imágenes de fuegos artificiales o el emblemático "El Cachirulo" en Zaragoza, y así atraer la atención de los transeúntes que visitan la ciudad para disfrutar de las festividades.
En Valencia, los vinilos decorativos con colores cálidos como el naranja, el amarillo y el rojo son perfectos, ya que evocan el espíritu vibrante y soleado de la ciudad. Además, los vinilos con patrones relacionados con el mar o con la arquitectura histórica, como las referencias al estilo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, tienen una gran aceptación. Para soportar el sol intenso de la ciudad, es crucial elegir vinilos con protección UV.
En Zaragoza, los vinilos decorativos en tonos más sobrios como el gris, beige y blanco son los más adecuados para armonizar con la estética de la ciudad. Los vinilos con motivos históricos, como los que hacen alusión al Pilar o al Ebro, son muy efectivos, sobre todo en el centro de la ciudad. Además, dada la alta temperatura en verano, es recomendable elegir vinilos resistentes a la exposición solar para mantener su calidad durante más tiempo.
Durante las Fallas en Valencia, los vinilos decorativos pueden utilizarse para crear una atmósfera festiva y colorida. Las tiendas pueden aprovechar vinilos con diseños alusivos a los fuegos artificiales, la mascletá o el arte de las fallas. Los vinilos removibles son ideales en estos casos, ya que permiten adaptarse a los cambios y retirarlos fácilmente después de la fiesta sin dejar residuos en el escaparate.
En el centro histórico de Zaragoza, los vinilos decorativos con un diseño más clásico y elegante funcionan mejor. Los vinilos en tonos neutros y con elementos gráficos sencillos, como siluetas o ilustraciones inspiradas en el río Ebro o en la Basílica del Pilar, son perfectos para captar la atención de los locales y turistas que pasean por zonas emblemáticas. Además, dado el clima de Zaragoza, los vinilos con un adhesivo fuerte y resistente son esenciales para que no se despeguen bajo el calor.
Para las olas de calor en Valencia, es fundamental elegir vinilos con protección UV para evitar que los colores se desvanezcan bajo la intensa exposición al sol. Además, los vinilos de alta calidad y con un adhesivo resistente garantizarán que no se despeguen, incluso cuando las temperaturas sean elevadas. Es recomendable aplicar los vinilos en superficies limpias y secas para mejorar su adherencia y durabilidad.