Combinar colores corporativos con gráficos decorativos es una excelente manera de mantener la coherencia visual y reforzar la identidad de la marca en los escaparates. Primero, asegúrate de que los colores corporativos estén presentes en las partes más importantes del diseño, como el texto principal o los elementos clave. Esto puede ayudar a que tu escaparate sea instantáneamente reconocible por los clientes, incluso sin la necesidad de ver el logotipo. Los gráficos decorativos deben complementar estos colores, en lugar de competir con ellos, por lo que elige tonos que armonicen con los colores principales de la marca. Por ejemplo, si los colores corporativos de tu tienda son el azul y el blanco, puedes añadir detalles gráficos en tonos más suaves o contrastantes, como el gris o el amarillo, para crear un efecto visual atractivo sin desentonar. Además, los gráficos decorativos no tienen que ser demasiado intrusivos. Pueden ser sutiles, como patrones geométricos, líneas o sombras, que añadan interés visual sin restarle protagonismo a la marca. Finalmente, también puedes integrar estos colores corporativos en otros elementos del escaparate, como la iluminación, el mobiliario o incluso los productos que se exhiben, creando un diseño uniforme y cohesivo que atraiga a los clientes mientras refuerza la presencia de la marca.